Yo tengo un problema: mi incapacidad para disernir entre el mundo real y viable y, bueno, el resto de mi realidad. Por ejemplo, a veces veo una película de temática completamente posible y atractiva y conforme esta va pasando me voy integrando en la trama y averiguando cómo serían las cosas más adentro, lo cual hace que al terminarse, mi mente siga dando vueltas. Mi mente siempre da vueltas con lo que me fascina. Entiéndase "fascina" no como un superlativo referente a una sensación de gusto, sino más bien, como verbo derivado del adjetivo "fascinante". Se transforma en un mundo que verdaderamente me envuelve hasta que mi cabeza pierde a veces la concentración en la realidad "funcional" que implica cumplir con mis tareas diarias como ir a la escuela dónde estudio y tomar atentamente mis clases sin que dicha idea recién retomada, pues raramente es un tema completamente nuevo el que me fascina, me robe del lugar donde me encuentro. "Psicosis", le llaman.
"...Tienes que subir las escaleras, no temas, no te haremos daño. Eso, sigue así. Abre la puerta del ático, no tiene llave pero oculta algo ¿Ves toda esa ropa vieja? Tiene historias, tuvo dueño ¿Ya nos encontraste? ¡Anda, no tengas miedo! Abre el baúl, queremos conocerte, volverte a conocer en realidad porque, Poeta, odio que ya no nos ames. Nos diste la vida con tu poesía y ya no podemos vivir sin ella. Ahora que estamos aquí juntos de nuevo, nada nos va a separar..."
martes, 8 de abril de 2014
Abrstacción de mi realidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)